Física y matemáticas en Agustín Garcia-Calvo

Cuando Agustín entraba a tocar temas de física Priscilla, una de las cientificas del grupo de optica cuantica del CSIC, terminaba la tertulía medio enfadada, «no es así, no es así».  De poco valía que anunciara que iba a basarse en Lucrecío y no en la ortodoxia actual, porque es cierto que bastantes veces se salía, se desbordaba más bien, de ese curso. Pero la seguridad de mi amiga era más bien la necesaria de un investigador práctico, que simplemente pasa de puntillas por los puntos escabrosos.

Los historiadores de la ciencia, que la miran desde la atalaya moderna, entienden la física antigua mucho peor que Agustín, que puede mirarla desde la trinchera de Parmenides. A veces un historiador moderno llega a vislumbrar esa receta de que Meliso, creyendo apoyar a Parmenides, le dio material a Democrito, pero simplemente el enunciarla retuerce las neuronas de cualquiera.  En cambio Garcia-Calvo, desde su punto de vista privilegiado, puede ver y explicar mucho mejor las propuestas de los atomistas.

(EDIT: tened presente que Democrito es el que casa ser y no ser:  «en nada es más lo que es [lo que sea] que lo que no sea».)

Así, percibe la importancía no solo de la paradoja de la flecha, sino de su versión estatica, la cuestión del cono y el cilindro. Ni siquiera con la enorme pista que da Arquimedes –¡y nada menos que en el Método!– esos historiadores le dan atención a ello. Pero otra cosa debieron pensar Cavalieri y Galileo cuando, discurriendo entre ellos sobre los métodos para sumar areas y volumenes, Galileo propuso a Cavalieri que estos metodos basados en la suma de infinitesimos deberian llamarse «métodos de indivisibles». Y cuando las dos paradojas se juntan, el propio Newton se asusta y corrige y reescribe varias veces sus argumentos sobre las areas barridas durante una orbita.

Tambien gusta subrayar, por cierto, el hecho de que la palabra «atomo» traducida al latin haya pasado a significar la unidad minima de la sociedad, «individuo». En algún libro Agustin sugiere que seria un buen tema de investigación de tesina el averiguar si esto fue cosa de Ciceron mismo o de algun otro escritor politico romano. No se si se ha llegado a escribir dicha tesina.

En las cuestiones del origen de la aritmetica, rondando a Pitagoras, le ayuda su faceta de poeta y su visión del ritmo, una forma clara de aproximarse a las divisiones del segmento (y hasta si hubiera querido a la criba de Eratostenes y al producto en Zeta de Euler). Desde este punto de vista de la división es como se entienden la duda sobre si 1 es un número, o el argumento de que en algunas definiciones el primer numero impar es el 3, que poseyendo divisiones, todas son en partes desiguales.

Un poco más liada estuvo esta duda, y otras, cuando saltó, en su libro «De Los Numeros», de la aritmetica primitiva a estudiar las formulas algebraicas , igualdades y sentencias típica de la notación matemática moderna. Aquí la lectura se hace dificil si no se tienen fundamentos de lingüista, y a mi muchas de las discusiones en ese libro me parecen mas bien sobre el problema de la producción de un lenguaje que sobre la cuestión de las operaciones algebraicas.

Sospecho que en esto de la producción, en la expresion lineal de una frase, es en donde difiere Agustín de la linguistica a la Chomsky, porque mientras en la instancia organizativa no tiene ningun problema en utilizar un arbol (dibujado normalmente como conjuntos de Venn) de relaciones binarias, en la producción no se lo imagina uno admitiendo y explicando Merges y demás.   Avisados queden pues los estudiantes de gramatica que hayan de venir de que no les engañe el título de ese libro, y lo incluyan en sus lecturas junto al resto de tomos que Garcia-Calvo ha escrito sobre teoria linguistica. Los matemáticos en ciernes pueden sacar del libro un sentimiento de que algo más, algo no descrito, tiene que haber por debajo de sus expresiones, y que hay que andarse con cuidado a la hora de agarrar un signo igual o una variable. Que no es poca ganancia darse cuenta de ello, aunque creo yo que cualquier matemático de verdad, por su mera práctica. sí que esta prevenido sobre estas cosas, y el problema esta más bien en la matemática como se transmite a otros ámbitos.

Por último, si estais interesados en las -no sé si famosas- visitas de Agustin al ArXiV, el libro que teneis que mirar es «¿Que és lo que pasa?», aunque solo sea para contrarrestar la impresión que he podido dar de no que con tanto Lucrecio y presocraticos pudiera no estar «al tanto» de las ideas modernas de la física.  El libro en sí se lee independientemente de «Contra el Tiempo», pero aunque lo extiende, no lo sustituye. Y el apendice tiene una tanda de notas sobre preprints de todo pelaje, que seguramente sorprendera al que sólo visita su sección y no se ha paseado por todo arxiv.org.


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